The Lovestore (o: "Es lo que no va lo que hace andar al amor")
- Florencia Franco
- Sep 21, 2020
- 55 min read
Updated: Mar 9, 2021
Toda demanda es demanda de amor
Jacques Lacan

Hastiado de sí mismo y de su soledad, se decidió a abandonar de una buena vez el pijama y dar un paseo por la ciudad para despejarse un poco. El día estaba nublado y frío aunque un frío soportable, aún no llovía.
Caminando por una de las calles del centro neurálgico se detuvo en seco al toparse con una fastuosa tienda de vastas dimensiones en cuya puerta principal una pantalla en 3D muy luminosa rezaba:
EXPERTOS EN EL AMOR
Somos la compañía número 1 en el mundo en la creación de parejas
Boquiabierto y asombrado, Alfonso cruzó las puertas acristalaras de la tienda deseoso de descubrir de qué se trataba. Era un espacio muy amplio, con muros transparentes de cristal que daban al exterior, un salón muy espacioso donde todo era pulcro y de buen gusto, la iluminación cálida, los mostradores unipersonales resguardaban una distancia prudente entre los usuarios. Lo que logró llamarle más la atención fue la serie de hologramas a color acompañados de frases e imágenes motivadoras sobre el amor y la vida que cubrían gran parte del espacio físico.
¡Diseña a tu pareja y llévatela con garantía de por vida! ¡Hoy: En cómodas cuotas sin interés!
Perfect couples to take a way with lifetime guarantee, Today no taxes!”
Bajo el poderoso influjo de una suerte de trance hipnótico, Alfonso cogió inmediatamente turno a un robot para solicitar asistencia de un especialista y corroborar de qué se trataba ese ofrecimiento tan misterioso como espectacular que ofrecían en la novedosa tienda.
Todos allí dentro se veían felices. Un hombre alto, simpático y bien parecido, vestido con el uniforme negro de la tienda, se presentó ante él sonriéndole con energía y le invitó a pasar a uno de los cubículos unipersonales que a Alfonso le recordaban a las máquinas viejas que hacían fotografías para DNI por unos pocos euros.
El especialista de Lovestore explicó :
- Somos expertos en el diseño y confección de parejas a medida, la compañía número uno en la elaboración de complejos algoritmos codificados por nuestros propios clientes en función de sus datos personales que arrojan como resultado un partenaire perfecto y sin fallas , elaborado a la medida de su propio deseo. Nada nos enorgullece más que poder decir en voz alta que no existe en el mercado ninguna otra compañía que haya logrado igualar nuestros asombrosos resultados dado que nuestro servicio funciona de forma matemática y las matemáticas, como usted sabrá, nunca fallan. Nunca. Todos sus datos personales serán tratados según la Ley orgánica y conforme a nuestra política de privacidad de datos por lo que usted no tendrá que preocuparse por nada, ya que en Lovestore nos enfocamos sólo en las soluciones ¡Soluciones matemáticas! algorítmicas, perfectas y por supuesto, echas a la medida de cada uno de nuestros clientes.
Sin lugar a dudas algunos años atrás hubiese pensado que aquello era una mentira del tamaño de toda una nación, una estafa cinematográfica o algo imposible pero como la tecnología no había hecho en las últimas dos décadas más que sorprender a la sociedad y romper rotundamente con las nociones de “posible e imposible” se dejó llevar tal y como si aquello que le comentaba el especialista fuera el pan mismo de cada día. La idea de diseñar a su gusto al amor de su vida era realmente algo extraordinario, incluso insuperable, aunque tal vez un poco precipitado, al salir de casa siquiera había tendido la cama, ni lavado los platos.
- Todo esto me parece la mar de interesante – Afirmó Alfonso con sinceridad - de todas formas, no quería comprar algo hoy, recién estoy familiarizándome con la tienda y sólo quería informarme.
Una ligera expresión de sorpresa se dibujó en el rostro del vendedor, que al instante comenzó a decir:
-La decisión final queda en sus manos Señor Alfonso. En Lovestore defendemos la idea de que siempre lo más importante es la voluntad de nuestros clientes. Somos defensores del amor y el libre albedrío. De todos modos, seguramente ser conciente de que en nuestra época las personas no tienen ganas de comprometerse en relaciones largas, profundas y duraderas y que cada vez es más difícil acceder a encuentros sexuales de calidad siendo que un gran porcentaje de la población prefiere el porno o el sexo telemático a tener un encuentro físico con otra persona de carne y hueso y no es sino por este motivo que hemos ideado la solución perfecta para el hombre y la mujer contemporáneas: En función de un algoritmo le permitimos a los usuarios configurar a su partenaire ideal a través del novedoso sistema Goss, el cual emplea los algoritmos de inteligencia artificial de Watson, programa informático creado por IBM que le brinda la posibilidad de diseñar a su partenaire rellenando una serie de encuestas breves de no más de 4 apartados: Look, Social Skills, Personality, y la más importante Alfonso, Sex. En menos de 30 minutos usted completará a las preguntas que le hará la máquina y ni bien haya terminado, de forma instantánea, le entregaremos al amor de su vida, hecho a su imagen y semejanza, pensado y creado por y para usted. El partenaire viene con una garantía de por vida y, en función del modelo que elij puede llegar a tener asistencia las 24 horas del día por vía telemática ante cualquier inconveniente técnico que pueda surgir. Un dato importante: el partenaire es total y completamente rembolsable.
Los ojos de Alfonso se abrieron como platos y su corazón dio un brinco.
Acto seguido el comercial continuó:
- Durante un período máximo de 15 días hábiles a partir de la entrega del partenaire podrá devolverlo sin costes, simplemente llamando al 075 o ingresando en nuestra web www.lovestore.com donde podrá gestionar un "return for refund" en un sólo click. Aunque, permítame decirle, que hasta la fecha jamás nadie en la historia de Lovestore alguien ha pedido un rembolso de un partenaire, como tampoco hemos recibido ni un sólo reclamo, ni una mala review ¡Ni tan sólo una queja! Según el 99,99% de nuestros clientes nuestro servicio es prácticamente infalible. Y esto es porque nuestro sistema se basa en algoritmos configurados a través de inteligencia artificial, lo cual no puede dar fallos, lo que hace el sistema es arrojar resultados exactos y precisos como parte de una precisa ecuación numérica, de puros dígitos y cifras matemáticas. Nunca la felicidad había estado tan garantizada Alfonso, pero si usted de todas formas tiene que marcharse ahora mismo, lo comprenderé perfectamente, pues es libre de hacer lo que bien le entre en ganas, pero es mi deber informarle de la enorme fortuna que usted ha tenido al llegar esta mañana a la familia Lovestore ya que hoy justamente es LMM ¡Love Monday Morning! Lo que significa que todos los clientes que lograron, como usted, entrar entre las 9 y las 1030 tienen la increíble ventaja de obtener un magnífico descuento del 50% en la compra de cualquiera de nuestros productos y servicios, eso explica la larguísima cola que tuvo que hacer para poder entrar, piense que muchos se han quedado fuera y han tenido que volver a casa tristes y solos.
El vendedor hizo una breve pausa y puso un gesto de desazón.
-Es libre de marcharse, pero recuerde que estaría desperdiciando una oportunidad excepcional que es como un tren que pasa sólo una vez en la vida. En este mismo momento tiene la posibilidad de poder salir por esa puerta junto al amor de su vida y como si fuera poco, con garantía de por vida y además, sin que esto le cueste absolutamente nada.
-¿Cómo que sin que me cueste absolutamente nada? – Preguntó incrédulo Alfonso. – No suelo tener mucha suerte, todo esto es un tanto raro para mí…
El vendedor rió jocosamente.
-¡El último escalón de la mala suerte es el primero de la buena suerte Alfonso! – Exclamó con ímpetu -hasta el día de hoy usted pudo haber sido un hombre de mala fortuna pero eso se ha acabado y créame si le digo que se ha acabado para siempre Alfonso ya que a partir de este momento usted tiene en sus manos la posibilidad de darle la vuelta a todos sus problemas y abandonar la escalera de la mala suerte en la que ha estado parado durante toda su vida para entrar a partir de ahora en la escalera de la buena suerte ¡Que es la de los exitosos! la escalera de los que triunfan, de los vencedores, de aquellos a los que pertenece el futuro, recuerde señor Alfonso que donde hay amor siempre encontrará éxito, riqueza y abundancia y nunca olvide que todo hombre con sueños necesita una mujer - o un hombre, eso depende de usted - con visión y hambre de comerse el mundo y salir adelante en la vida. ¡La vida es mejor compartida Alfonso! Nuestras encuestas demuestran que el 89,9 % de los clientes que se han llevado un partenaire han mejorado sus vidas en más de un 90% desde que nos visitaron.
Alfonso estaba casi hipnotizado con lo que el vendedor le decía con tanta energía y sorprendente entusiasmo. ¿Cómo no se le había ocurrido que era precisamente amor lo que había estado buscando sin saberlo todo ese tiempo? Era cierto que la vida era mejor compartida, siempre lo había creído, sin embargo últimamente era difícil encontrar personas que quisieran comprometerse de verdad y hacer un espacio y un tiempo en sus vidas para el amor. En sus tiempos era muy difícil por más que se quisiera salirse de ese bucle individualista contemporáneo producto de un sistema que apuntaba, y cada vez más, a todo tipo de aislamiento social por lo que esta oportunidad se presentaba como algo que debía sin dudas aprovechar.
Estuvo a punto de preguntar algo pero el vendedor hablaba con tanta velocidad que olvidó absolutamente todas y cada una de las preguntas y comentarios que tenía.
-¡Estupendo Alfonso! – Prorrumpió de forma enérgica el vendedor alzando su voz sobre la música que resonaba en la tienda y el bullicio que hacían tantas personas hablando a la vez. Alfonso hacía su mejor esfuerzo por escucharlo entre tanto ruido – A continuación sólo tendré que pedirte la dirección de correo electrónico y la cuenta bancaria donde quisiera domiciliar los pagos.
-Alfonso comenzó a dudar de si proceder o no con aquella novedosa experiencia, pero justo en ese entonces, casi como si hubiese estado sincronizado, estallaron al unísono una dantesca cantidad de aplausos y festejos a lo largo y ancho de la tienda al tiempo que caía algo del techo que sorprendentemente Alfonso hubiese jurado que era arroz. El mismo vendedor que estaba con él, cuyo nombre era Carlos, comenzó a dar también fuertes palmadas, cosa que hizo que Alfonso también comenzara a aplaudir con los demás, pese a no saber exactamente por qué aplaudían.
No tardó mucho en descubrir que todos los vendedores y demás empleados de la tienda se acercaban a dar las felicitaciones a una pareja de hombres a la que les arrojaban arroz como a los recién casados y les deseaban una larga y feliz vida juntos con infinidad de exclamaciones y hasta cantos de alabanza.
-¿Esto sucede todos los días?- Preguntó Alfonso estupefacto una vez hubo cesado la conmoción generalizada.
El vendedor se secó sutilmente las lágrimas de los ojos con un pañuelo blanco mientras aún saludaba con el brazo extendido a la feliz pareja que se marchaba felizmente de Lovestore.
- Si, Alfonso – Afirmó el comercial habiendo recuperado de repente el entusiasmo y la sonrisa - ¡Esto es lo mejor de ser parte de la familia Lovestore! Tenemos la enorme dicha de ver cada día cómo nuestros clientes encuentran al amor de su vida y salen por esa puerta siendo completamente felices, sintiéndose capaces de vencer todas las adversidades y obstáculos del mundo, pues el amor es la fuerza que hace que venzamos todos los obstáculos y lleguemos a triunfar en la vida. Nuestras encuestas indican que un 99% de nuestros clientes recomiendan The Lovestore a sus amigos y afirman que volverían sin dudarlo, el 99,9% afirma haber cambiado su vida para bien luego de habernos visitado y un 99,8% ha confesado tener mucho más éxito financiero y social luego de haber encontrado al amor de su vida en Lovestore, osea, imagínese Alfonso que usted podría ser el próximo afortunado en salir por allí junto a partenaire hecho a su medida, a su gusto, pensado por y para usted.
Alfonso se remitió a asentir con la cabeza como si estuviera hipnotizado.
-¡Perfecto Alfonso! Pues ya casi estamos, sólo me faltaría que hiciera click aquí, aquí y aquí y eso sería todo, además, comentarle un cosa Alfonso – El comercial de pronto bajo la voz y se acercó ligeramente para hablarle en un tono más confidencial – Sólo por ser hoy y por ser usted, que me ha parecido un hombre hecho y derecho y me ha causado tan buena impresión, le brindaré la oportunidad de acceder a un 30% de descuento en el total de la compra si lo hace a través de domiciliación bancaria con su tarjeta de crédito o débito.
Alfonso estuvo a punto de hacer una pregunta pero el comercial nuevamente se adelantó diciendo:
-Mire Alfonso, como ya le he dicho, usted me ha generado mucha confianza y ya en la cara se le ve que es un buen hombre, por eso le digo que yo, Carlos, le recomendaría que lo hiciera domiciliando los pagos directamente en la cuenta bancaria, pues de este modo, además del 30% de descuento que le he comentado, tendría la magnífica posibilidad de ofrecerle a cualquier familiar o amigo un descuento del 30% en cada compra si nos visitan en las próximas 72 horas.
Alfonoso tuvo la sensación de no estar comprando aquello que realmente estaba comprando sino más bien una cierta fe o quizás una ilusión, no estaba seguro - pero lo que sí era seguro era que el vendedor le hacía volver a creer que aún se podía creer en algo, amarrarse a algo y eso le cargaba inimaginablemente de fuerzas.
De pronto el comercial repaso en voz alta velozmente:
- Entonces haremos el pago financiado y en cómodas cuotas sin interés, habiéndole aplicado, sólo por ser usted, el descuento del 30% y el descuento adicional del 30% para todos sus familiares y amigos que nos visiten durante las próximas 72 horas hábiles. ¡Pues ya casi estamos Alfonso! ¿Qué se siente estar a punto de conocer al amor de su vida?
Si bien tenía todavía serias dudas, sobre todo por la precipitación del asunto, ya sus ilusiones estaban asentadas en su mente y su sueño de salir de allí con una bella dama más consolidado que nunca, por otra parte, había invertido tanto tiempo y energía entrando a la tienda y escuchando a Carlos, que a esas alturas le hubiese resultado imposible echarse para atrás.
-Y dígame la verdad, Carlos ¿Cuánto me va a costar todo este asunto? – Preguntó Alfonso comenzando a sospechar que allí podía estar la trampa de tan fascinante oportunidad.
Para su sorpresa, la respuesta del comercial lo dejó boquiabierto:
-Usted no debe preocuparse ahora por el dinero Alfonso, como le he dicho, en Lovestore somos una gran familia en la que lo que realmente vale son los afectos y las emociones de las personas, el dinero pasa más bien a ser algo secundario. Como usted imaginara Alfonso, tenemos infinidad de parteneires, tantos como clientes nos visitan y hasta más, ya que algunos se llevan dos o tres partenaires, pero este es otro tema.
-¿Varios partenaires? – Preguntó Alfonso asombrado.
-Efectivamente Alfonso, si usted es polígamo puede llevarse más de un partenaire y en este caso recibiría un descuento especial de compras al por mayor, hoy, justamente por ser LMM tenemos un descuento del 60% en packs de 3 o más partenaires. Los polígamos tienen precios y descuentos especiales en los…
-No, no, no – Negó Alfonso – Con una mujer ya me es suficiente… Sólo dígame cuánto será el total y lo pagaré con mi tarjeta de débito.
El vendedor sonrió amistosamente y dijo:
-Como le he comentado Alfonso, el valor total del parteneire dependerá de sus pretensiones. Tenemos diferentes categorías y diseñamos el parteneire en función del algoritmo de su deseo, por eso le comentaba que era infalible y que no era necesario casi ni tener que pensar sino sólo dejarse llevar y responder a las preguntas que le haremos a continuación, recuerde que toda la información es secreta y confidencial y será tratada según la Ley orgánica de privacidad.
Las palabras del vendedor se elevaban en el aire fresco y agradable de la fastuosa oficina con vistas a la calle principal de la ciudad.
- Para comenzar Alfonso, tenemos dos tipos de parteneire, el modelo Eternity, que viene con seguro de vida de por vida, por ejemplo, en caso que– Dios no lo quiera – el parteneire presentara alguna falla o se lo robaran dentro del territorio español, le entregaríamos en las próximas 24 horas uno exactamente igual de remplazo ya que al obtener este tipo de parteneire está también adquiriendo su clon y puede pedirlo en cualquier momento que lo desee. Otra de las ventajas que tiene este tipo de parteneire es que puede ponerlo en modo off y también apagarlo completamente, si usted desea por ejemplo salir una noche y no quiere dar explicaciones al respecto, simplemente puede remitirse a poner al partenaire en off y marcharse tranquilamente, el partenaire nunca se enterará ni le preguntara por ello después, lo mismo si algún día quisiera irse solo de vacaciones o viajar por cuestiones de negocios, simplemente lo pone en off o le da a Shut down. Dentro de lo que es el modelo Eternity tenemos el Eternity Pro en el cual el partner viene con una serie de programas instalados gracias a los cuales sabe desde cocinar los platos de la mejor gastronomía francesa contemporánea hasta tocar la guitarra y cantar o bailar swing, tango y salsa y, a demás, puede desinstalar esos programas e instalar los que usted desee, por ejemplo, si no le gusta que su parteneire baile salsa y prefiere por cualquier motivo que baile capoeira lo puede hacer de forma sencilla y sin ningún coste adicional siguiendo los pasos indicados a través de la página web o nuestra aplicación de Lovestore, la cual es la mar de intuitiva. La otra opción sería el modelo Bone SE pero permítame decirle Alfonso que éste, si bien es bueno, no se compara con el Eternity Pro, pues necesita de un service al mes que no estaría incluido en las mensualidades y a demás no tiene tantas garantías.
El vendedor iba a continuar hablando a la misma velocidad pero Alfonso logró por primera vez interrumpirle:
-Espere, espere, un momento. – Le dijo haciendo un enorme esfuerzo por cortarlo – ¿Entonces el modelo Eternity Pro viene también con manual e instrucciones de uso? – Preguntó para asegurarse.
El vendedor asintió virulentamente con la cabeza.
-Sí Alfonso, es inclusive hasta más moderno y más simple que un manual ordinario ya que aquí tú no estás comprando simplemente un producto sino una relación afectiva, un sueño, una familia, ¡Un amor! Usted podrá acceder, señor Alfonso, a un sencillísimo Handbook de usuario con instrucciones a través de nuestra misma página web o desde nuestra app a la cual podrá ingresar con su usuario y contraseña y gestionar todas sus dudas e inquietudes en el online selfservice, recuerde que con el modelo Eternity Pro tendrá garantía de por vida y si cualquier cosa anduviera mal – cosa que jamás sucede con los productos Lovestore – podrás pedir el remplazado del parteneire durante los 15 días hábiles posteriores a la fecha de entrega. Este modelo trae consigo la posibilidad de elegir entre más de diez estados de ánimo distintos del parteneire, sus preferencias musicales, gustos de comida y una cosa aún más importante.
Inmediatamente el vendedor bajo la voz y miró hacia ambos lados como para asegurarse de que no hubiese nadie más escuchándolos.
-Imagino que le interesará cómo funciona la cuestión del sexo…
Alfonso se sonrojó y no pudo evitar sentirse acalorado. No recordaba siquiera cuándo había sido la última vez que se había acostado con alguien.
-Pues… Bueno…Claro… - Titubeó incómodo - ¿Cómo no habría de importarme…?- Largó lleno de pudor y vergüenza.
El vendedor rio y le hizo inmediatamente un gesto de complicidad con los ojos.
-Normal Alfonso, lo entiendo perfectamente – Asumió Carlos sin dificultad – en Lovestore somos conscientes de que el asunto del sexo es de suma importancia para cada uno de nuestros clientes y por eso es que hemos creado un nuevo sistema operativo que viene ya instalado en el parteneire Eternity Pro y que consiste en más de 75 “artes” de hacer el amor, es decir, once posiciones más que las que tenía el Kama Sutra, y de hecho, si se le ocurriese alguna nueva posición sexual podría instalarla con tan sólo entrar en “mis ajustes” desde el online selfservice y desde allí, siguiendo una serie de simples pasos, podría disponer de cuántas posiciones quiera para hacer el amor. Este modelo viene con una función que es muy importante para todos nuestros clientes: cuando salen novedades en cuanto a los programas y aplicaciones que llevan instalados los parteneires puede venir o llamar por teléfono para solicitar de forma gratuita la nueva versión de si mismo.
-¿Cómo? – Preguntó Alfonso que casi se caía de la silla de lo impresionado que estaba.
El comercial sonrió educadamente y dijo:
-Claro Alfonso, si por ejemplo el año que viene el modelo nuevo de parteneire Eternity Pro es superior al que usted se llevó este año le actualizamos el parteneire para que adopte estas funciones y tenga una versión mejorada, por ejemplo, el año anterior recuerdo un cliente se llevó un Parteneire Eternity Pro que sólo hablaba cinco idiomas pero en ese entonces no contábamos aún con el idioma chino en el servidor, cuestión que cuando logramos crearlo le avisamos inmediatamente al cliente a través del correo electrónico y éste solicitó que se lo instalaran a su partner, de modo tal que a día de hoy su parteneire habla chino perfectamente y acompaña a mi cliente a sus reuniones de negocios en el gigante asiático.
- Me interesaría mucho tener conversaciones de tipo filosófico con mi partenaire – Aseguró Alfonso pensando en voz alta - Me he dedicado muchos años a las matemáticas y la mecánica y quisiera aprovechar esta oportunidad para aprender cosas nuevas. ¿Cómo es la cuestión del lenguaje? ¿Hablará bien mi partenaire? ¿Sabrá escuchar y dialectizar normalmente en una conversación?
El vendedor le miró con frescura y serenidad.
-Por supuesto que sí Alfonso, hablará todo lo que desees y más, ya que cuenta con el sistema Goss que emplea los algoritmos de inteligencia artificial de Watson, el sistema informático creado por IBM capaz de comprender el lenguaje de todos nosotros e interactuar exactamente como lo hacemos en cada momento. No se preocupe que no tendrá ningún problema con que su señora hable, de hecho, quizás a veces más bien quiera callarla de tanto que le hablará de Sócrates, Platón y Aristóteles, pero recuerde que, si en algún momento llegase a necesitar silencio Alfonso, tiene la libertad y la posibilidad de poner al parteneire en Turn off o en mute ¡Ah, y por cierto! Casi se me olvida, le enseño un pequeño truco, en ocasiones, en lugar de poner al partenaire en off, de manera que se mantendría ausente por completo, puede ponerlo en modo WFY- Dijo haciéndole un guiñada.
-¿Qué, qué? – Preguntó Alfonso pasmado - ¿Cómo ha dicho? ¿Qué es eso?
-WFY – Repitió con calma el vendedor - “Waiting For You” Alfonso, la diferencia entre poner al partenaire en off y en WFY es que cuando esté en modo WFY le enviará cada una cierta cantidad de tiempo programable mensajitos de amor diciéndole lo mucho que lo ama y cuánto anhela que usted vuelva a sus brazos.
De pronto, cuando estaba a punto de abrir el homebanking para corroborar el saldo disponible en su cuenta, le surgió una inquietante duda que no pudo evitar formular, por más vergüenza que le diera:
- ¿Y qué ocurriera si…?
La timidez le jugó en contra y lo llevó a callarse sin acabar de formular la pregunta, rogando internamente pasar de una buena vez por todas al momento del pago del partenaire y a la elección de sus atributos, etapa del proceso que consideraba la más importante y excitante de todas.
-¿Y qué sucedería si algún día el partenaire me deja o se va con otro? Es decir ¿Qué pasaría si me fuera infiel? – Preguntó Alfonso sin poder evitarlo, pues en esas condiciones había terminado su anterior relación.
El vendedor sonrió como si aquella pregunta fuese más que habitual para él.
-Descuida Alfonso, en ese departamento no tienes nada de qué preocuparte, el partenaire está perfectamente pensado para que nunca te abandone, mucho menos que te sea infiel, es un 99% seguro, de todas formas, si quisieras aún más garantías para cubrir ese 1% restante, para casos de infidelidad estamos ofreciendo desde hace algunos años un inmejorable seguro contra terceros que, en el remoto caso de que descubrieras o sospecharas de una posible infidelidad, cubriría el remplazo por un nuevo partenaire o su el rembolso ipso facto del mismo.
Alfonso se quedo pensativo durante un instante.
-¿Este seguro contra terceros viene incluido en el Partenaire Eternity Pro? – Preguntó inquieto.
-Me temo que no – Dijo a su pesar el vendedor - pero afortunadamente no es nada caro, ya verá que podrá pagar esta cobertura casi sin darse ni cuenta. – Aseguró.
-Pero… ¿Han habido casos de infidelidad? – Preguntó Alfonso algo desconfiado - Es decir ¿Cree que realmente es necesaria esta cobertura?
El vendedor hizo un silencio inquietante que hizo que a Alfonso se le pusieran todos los pelos de punta.
- Déjeme decirle la verdad Alfonso, ya lo siento a usted como un hermano – Expresó serenamente Carlos en tono compasivo– Nunca jamás en la historia de Lovestore se ha podido demostrar la infidelidad por parte de uno de nuestros partenaires pero le engañaría si no le comentara que algunos pocos clientes a lo largo de todo nuestro recorrido, para ser exacto sólo un 0,003%, han tenido la desagradable sospecha, y sólo sospecha, de que esta situación pudiese estar sucediéndoles y han por tanto solicitado el cambio de partenaire, que como le digo, si tiene el seguro contra terceros por un ínfimo cargo adicional, se le otorgaría inmediatamente uno inclusive mejor que el antiguo para que no tenga que enfrentarse con la dureza de los duelos y el desamor. ¡¿Qué le parece Alfonso!? –Preguntó el comercial con energía, aunque no era una pregunta que esperase respuesta.
- Sencillamente fenomenal. – Respondió Alfonso contagiado de alegría, sintiéndose dichoso y feliz. – ¡Póngame un Eterniy pro con garantía contra terceros para llevar por favor!
-¡Estupendo Alfonso! Pasaremos ahora a la parte más interesante de este proceso de ensueño: Ha llegado el momento del diseño y la confección del partenaire perfecto para usted, elaborado a su justa medida. – Aseguró Carlos apresurando nuevamente el tono de voz y mirando algo en la pantalla del ordenador – A continuación Alfonso le entregaré la siguiente pantalla holográfica en la que deberá rellenar debidamente cada pregunta que le hagan y en función de ello se irá creando el partenaire de carne y hueso en el depósito, recuerde que todos los datos serán tratados según nuestra eficiente política de seguridad, y que nadie, ni siquiera yo, tendrá acceso a ellos nunca jamás. A continuación Alfonso, lo dejaré sólo unos 30 minutos mientras rellena los cuestionarios y ni bien lo termine vendré a entregarle a su media naranja para que se marchen juntos y sean felices para siempre.
- ¿Así de rápido? ¿En 30 minutos? – Preguntó admirado Alfonso.
El vendedor asintió.
- Lo que demore en rellenar la encuesta Alfonso, y por cierto, recuerde que mientras más sincero y preciso sea con los datos que allí introduzca mejor y más exacto será el algoritmo que dé color y forma al amor de su vida.
Inmediatamente el comercial se marchó y Alfonso quedó sólo dentro del cubículo acristalado junto a la pantalla holográfica.
Ni bien se dispuso a leer la primera pregunta de la encuesta, una hermosa dama de cabello rojo como el fuego y grandes ojos verdes, vestida sensualmente, se acercó a él sonriendo con una bandeja en sus brazos.
-¡Buenos días señor Alfonso! - Exclamó alegremente como si lo conociera de toda la vida - ¿Querría usted beber algo? ¿Té, café? ¿O mejor prefiere un poco de baileys? – Preguntó amablemente.
- Alfonso se sonrojó enormemente y no pudo más que quedar embelesado por la belleza de la joven. De forma súbita decidió que su partenaire debía de tener físicamente características similares.
- ¿Esto se paga aparte o viene incluido con el Eternity Pro? – Le preguntó confundido a la muchacha.
La joven sonrió, deslumbrando no sólo a Alfonso sino a todo el que pasaba a su alrededor con su privilegiada belleza.
- Oh, no Alfonso, no se preocupe, corre por cuenta de la casa.
Alfonso, que se sentía a esas alturas como un auténtico rey de palacio, accedió a tomarse un vasito de baileys que le sirvió por la bella pelirroja. Una vez se hubo marchado se dispuso a leer nuevamente las preguntas de la pantalla.
El primer ítem que abría la encuesta era sencillo: Marque con una X la opción que aplique: Quiero que mi partenaire sea: Mujer, Hombre, Hermafrodita, Transexual, Eunuco, Transgénero, Drag Queen, Genderqueer, Intersexual, otros. Una vez rellenado este campo, se desplegaba un apartado titulado “Personality”, el cual consistía en una serie de preguntas como por ejemplo “tipo de habilidades, gustos y preferencias, carácter, estilo de vestimenta, preferencias musicales, profesión, destrezas físicas y deportivas, etc. Para todas las preguntas había varias opciones de respuesta, por ejemplo, para la pregunta sobre el carácter las opciones eran “Muy fuerte, fuerte, moderado, casi templado, bipolar, templado, alegre, ruin”, para preferencias musicales salían las opciones de todos los géneros musicales habidos y por haber, lo mismo que con las profesiones. Luego pasó a otro apartado: “Look”, en el cual se abría un desplegable de preguntas como el color de cabello, de piel, de ojos, grosor de los labios, altura, peso, talla, medidas, etc. Este fue sin dudas uno de los apartados que más logró entusiasmar a Alfonso, quien ya se imaginaba entrando a cada reunión de negocios o de amigos con la mujer más guapa y sexy de la tierra. Después del apartado Look, pasó a la parte de “Social Skills” en la que respondió a ítems como “Nivel de expresividad, inteligencia emocional, percentil exacto del coeficiente intelectual (CI), nivel de asertividad, capacidad de escucha, capacidad para controlar los sentimientos y regular las emociones, capacidad de definir y resolver problemas, habilidad para disculparse.” La última categoría fue, como era de esperar, la más importante, el sexo y en ella debía estipular cuestiones como: Nivel de libido (Altísimo, alto, medio, mediobajo, bajo, asexual), Grado de experiencia en la cama (experto, capacitado, moderado, principiante, virgen), Sex partenaire preferences (sexo oral, anal, pasivo, activo, mixto, tríofriendly – sí o no - , orgíafriendly – sí o no - , abierto a nuevas experiencias o cerrado, con preferencias de mañanero, siestero o noches, todas las opciones).
Exactamente a los 30 minutos contados por reloj el agradable vendedor se acercó caminando como un actor de cine sobre la alfombra roja de la tienda junto a una hermosísima joven de cabello rojo como el fuego, ojos azules como el cielo, labios carnosos y una amplia sonrisa blanca, alta como una sirena, ágil con sus movimientos, elegante en su caminar, una mujer que brillaba como una estrella en la noche y que logró que Alfonso casi cayera al suelo producto de un desmayo.
Al tenerla finalmente en sus brazos, la besó con pasión sin importar que todos los miraran, sintiéndose por primera vez perdidamente enamorado y convencido de que eran sin lugar a dudas el uno para el otro y que ambos eran el complemento perfecto. Casi no podía casi respirar, ni mucho menos pensar, en ese estado de hipnosis profundo en el que se sentía flotar como una mariposa en el aire al ver a su hermosa mujer, que era hasta más bella de lo que había visualizado al rellenar la encuesta y con la que tendría la fortuna de marcharse a casa.
- ¡Vaya eficacia la vuestra! – Dijo completamente atontado con las mejillas llenas de besos de pintalabios rojo - ¡Es maravillosa!
El vendedor le puso la mano en el hombro como gesto de fraternidad y alegría, sintiéndose orgulloso de él y de su elección así como de su eficiente trabajo.
Todos los empleados del local y muchos clientes se acercaron a felicitarlos y desearles un gran futuro lleno de éxitos, les arrojaron arroz y pusieron a todo volumen la canción del matrimonio.
- ¿Ya sabe cómo se llama a su esposa Alfonso? – Preguntó el vendedor invitándolos a sentarse nuevamente en el mostrador.
Alfonso rápidamente lo supo.
- Sí, claro, se llama Valentina.
Valentina respondió a su nombre, lo miró a los ojos enamorada y sonrió enormemente luego de que volviera a besarla. Su cara de ángel hacía temblar a Alfonso cada vez que la miraba asombrado de su extraordinaria hermosura.
- Vale Alfonso, pues ahora pasaremos a la parte del pago y ya se pueden marchar a casa o a hacer juntos lo que querías, imagino que tendrán miles de planes en mente. – Dijo el comercial haciéndole una guiñada.
- Oh, sí, sí, claro – Aseguró Alfonso recomponiéndose y tratando de lucirse delante de Valentina, que no hacía más que contemplarlo sonriente y enamorada. – Dígame cuánto es Carlos ¿Cuánto le debo? No sé cómo agradecerle lo que ha hecho por mí…– Declaró con voz quebradiza, a punto de llorar mientras le acariciaba el cabello rojo, perfumado y suave como la seda a su amada Valentina – Esto no tiene precio, no sé, honestamente, qué deciros, díganme cuánto les debo, después de todo, mi Valentina no tiene precio.
- Oh, usted sí que es un buen hombre Alfonso - Asintió el vendedor llevándose literalmente la mano al corazón – Como le comenté más temprano, no es el dinero lo que le importa en Lovestore, eso es algo secundario, es la felicidad de nuestros clientes lo que nos hace ser quien somos, por eso, la mejor parte de toda esta historia es que no somos una empresa más, sino una comunidad de seres que sienten y por eso es que tengo el agrado de darle la siguiente sorpresa: ¡En este momento no tendrá que pagar por su Valentina absolutamente nada!
Alfonso dio un salto al escuchar aquella sorprendente noticia e inmediatamente creyó que lo que estaba viviendo era definitivamente un sueño del que pronto despertaría, pues no podía ser verdad que todo fuera tan increíble y tan maravilloso.
- ¿Pero cómo es posible? – Preguntó maravillado, mirando a Carlos y al resto de los vendedores de la tienda obnubilado, mirando luego a su hermosa Valentina, que llevaba puesto el vestido con el que siempre había imaginado encontrar al amor de su vida, negro, con escote en V ajustado y por debajo de la rodilla. - ¡¿Cómo es posible que no tenga que pagar nada por… por…por el día más feliz de mi vida?! Esto es lo más grande y valioso que alguien había hecho por mí, me sentiría despreciable conmigo mismo sino tengo que abonar nada a cambio…
- No se preocupe Alfonso – Dijo inmediatamente el vendedor – Claro que pagará por este asombroso día y esta preciosura que hoy se lleva a casa consigo pero no queremos que esto le implique ningún esfuerzo ni ninguna molestia, por este motivo, con el equipo de Seniors Especialist de Lovestore hemos ideado para usted, y sólo por ser usted, una modesta cuota de 50 euros mensuales sin ningún tipo de interés.
Alfonso, que ya quería irse de aquella tienda a casa con Valentina, confirmó que aquella le parecía una cuota muy justa y razonable, una suma que estaba completamente dispuesto a pagar religiosamente el tiempo que fuera necesario. Sin que se lo pidieran, entregó el número de cuenta bancaria y permitió por contrato que debitaran desde allí directamente las cuotas el día 1 de cada mes.
- ¿Y por cuántos años son las cuotas? – Preguntó al vendedor con un cariño casi fraternal, agradeciéndole con la mirada todo lo que había hecho por él.
- Pues lo que dure su amada Valentina – Aseguró el comercial con ojos bondadosos.
- ¡Pues entonces que sea para siempre! – Exclamó Alfonso con vehemencia a los cuatro vientos.
El vendedor sonrió y le dijo que su felicidad no tenía límites aquél día, pues pocas veces había visto salir de allí a una pareja tan bella como la que él hacía con Valentina. Acto seguido, Alfonso firmó una serie de papeles digitales en los que se incluían las garantías, el seguro contra terceros, la entrega del handbook y las instrucciones de Valentina, pero estaba tan apresurado por marcharse de allí que ni siquiera los leyó sino que fue llenando los campos conforme iban apareciendo, total, para qué los leería, si en Lovestore no eran despiadados ni desalmados como en otras compañías sino una hermosa familia en la que se podía confiar.
II
Los primeros días con Valentina fueron tan mágicos y hermosos que Alfonso no podía siquiera creer que era él quién estaba viviéndolos. A menudo le sucedía que caía en un estado de incredulidad y pensaba que todo eso era un sueño pero al rato confirmaba que no era así, sino que todo eso que le estaba pasando era real y era entonces cuando se sentía tan dichoso como nunca antes y le agradecía a Dios y a la vida por su buena fortuna y por su amada Valentina, que era la mujer más bella, simpática y divertida que existía sobre la faz de la tierra.
A cada reunión a la que iba con Valentina ésta no tardaba en caerle bien a todo el mundo, no había una sola persona que no hiciera comentarios alabando su extraordinaria belleza, su envidiable elegancia y la delicadeza de sus rasgos. Muchos le preguntaban asombrados de dónde había salido semejante diosa del Olimpo y le decían cosas tan asombrosas que hacían sentir a Alfonso el hombre más bendecido del mundo. Por supuesto que jamás le había dicho ni le diría a nadie dónde verdaderamente había conocido a Valentina, por el contrario, había inventado una fantástica historia: se habían conocido viajando en motocicleta por el sudeste asiático, en un pueblo cerca de Vietman, lugar que había visitado poco antes de llegar por pura casualidad a Lovestore.
El día que presentó a Valentina a sus padres, éstos lloraron de emoción y gratitud ya que por fin su hijo había encontrado al amor de su vida y para colmo una mujer perfecta, una diosa del amor, hermosa, simpática y a demás, buena cocinera y excelente persona. Ese noche, Valentina había cocinado a sus padres un plato exclusivo de alta gastronomía francesa que los había dejado completamente asombrados.
Por las tardes, sobre todo los sábados, Alfonso se juntaba a jugar a la Play con amigos en casa y Valentina se disponía felizmente a prepararles unos deliciosos panqueques con dulce de leche y masa casera vegana y en caso de que se quedaban a cenar, amasaba y preparaba unas espectaculares pizzas caseras que parecían hechas en la propia Sicilia o en un restaurante exclusivo de Capri.
Valentina siempre se reía de todos los chistes que le contaban y mantenía una actitud tan positiva que hacía que inevitablemente todo el mundo quisiese pasar tiempo a su lado, pues siempre estaba radiante y dispuesta a alegrarle la vida a la gente con su encantadora sonrisa. Esto sin contar la sobresaliente memoria de la que disponía y con la que llamaba la atención de cualquier mortal, pues Valentina conocía cuánto dato fuese posible de imaginar, y por ese sólo hecho, algunos la habían llegado a comparar con la mismísima Siri o Alexa de los teléfonos móviles, cosa que naturalmente a Alfonso no le hacía ninguna gracia aunque fingía no importarle.
Dentro de casa, Valentina se mantenía siempre de buen humor y de tanto en tanto preguntaba amorosamente a Alfonso si era feliz y si necesitaba algo, siempre dispuesta a atenderlo con una sonrisa fija en el rostro. Alfonso solía llorar a veces de emoción y se pasaba horas besándola con locura, diciéndole al oído que junto a ella era lo más feliz que un hombre podía llegar a ser en la vida.
Por las noches y de vez en cuando alguna siesta, a Valentina no le temblaba el pulso en demostrar su notable experticia en la cama y su profundo conocimiento del Kama Sutra y el mundo del porno. Por las noches, la misma Valentina de los panqueques con dulce era una fiera en la cama, lo más parecido a una actriz porno que Alfonso hubiese conocido jamás. Tal y como lo había indicado en las encuestas.
Valentina hacía todo con sumo cuidado, exactitud y excelencia, prestaba atención siempre a cada detalle y a cosa que se le decía, era voluntariosa y enérgica por sobre todas las cosas se caracterizaba por estar siempre dispuesta a satisfacer toda demanda que se le hiciera. Con Valentina se podía hablar de negocios, pues siempre estaba actualizada y tenía acceso instantáneo a todos datos de cualquier bolsa y de los balances financieros de todos los rincones del mundo, como también se podía hablar de historia, siendo que conocía cada suceso y hecho histórico como la palma de su mano. Su memoria era tan prodigiosa que a veces podía relatar un libro completo de cualquier autor en voz alta y en múltiples idiomas, lo cual a veces llegaba a producir en Alfonso algo de miedo y una extraña sensación de impotencia difícil de explicar, aunque había descubierto que en esos momentos lo mejor era poner a Valentina un ratito en turn off y dedicarse a otras cuestiones, aunque luego no pudiera evitar quedarse pensando en cómo era posible que Valentina fuese tan increíblemente perfecta y precisa, tan exactamente igual a como él la quería, tan infalible, tan exacta que parecía de mentira.
De esta manera transcurrió un año entero en el cual Alfonso había sido inimaginablemente feliz y en los que Valentina le parecía ser sin dudas la mejor mujer del mundo. Habían viajado por muchas partes del globo, a tal punto que conservaban una buena colección de bellas fotos en miles de monumentos europeos y asiáticos, también hacían ejercicio juntos y compartían las clases de yoga.
Valentina, que siempre sorprendía a todo el mundo con su fascinante belleza e inteligencia, había conseguido un trabajo como CEO de una transnacional, lo cual le había llevado a ganar aún más dinero que al mismo Alfonso, cuestión que hizo que éste comenzara a quedarse cada vez más días tirado en el sofá de casa en pijama y chanclas, disfrutando de la playstation, el truco y los amigos, o simplemente viendo series toda la tarde. Todo era exactamente igual a como lo había diseñado aquél día lejano en Lovestore cuando aquél fantástico Carlos le había ayudado a mejorar tanto su vida, cada detalle, cada ítem, cada habilidad, cada dato que había apuntado en las encuestas que quería que Valentina tuviese, ésta lo tenía. Las cosas no podían ser más perfectas, pero sin embargo, había algo en eso que poco a poco, como una finísima grieta que comenzaba a abrirse lentamente sin que uno se diera cuenta, comenzaba a irritarle y en muchas ocasiones, a agobiarle y aburrirle.
Cierto era que Valentina podía almacenar prácticamente una infinita cantidad de datos en su memoria y procesarlos de manera instantánea y sorprendente pero nunca habría sido capaz de crear algo nuevo, de inventar cualquier tipo de novedad por sus propios medios. También era cierto que podía conocer de memoria todas las letras de todas las canciones creadas a lo largo de la historia de la humanidad pero nunca podría haber compuesto ella misma siquiera un solo verso, ni una sola estrofa, así como podía reírse de todos los chistes de todo el mundo, por más tontos que fueran, pero jamás era capaz de contar uno que no fuera de manera mecánica, lo cual hacía que se perdiera esa autenticidad tan propia del humor.
Poco a poco, Alfonso comenzaba a darse cuenta de que en Valentina no había nada que fuera verdaderamente propio, nada que la hiciera singular en comparación con otros seres humanos, nada que la hiciera ser única, exceptuando claro, su desmesurada belleza, pero incluso - para enorme sorpresa de Alfonso – hasta esa perfección inmaculada de la que era poseedora Valentina había conseguido inquietarle más de lo que había alguna vez imaginado a la hora de diseñarla. Valentina era la imagen de una celebridad, de la más bella actriz de todo Hollywood, pero sólo eso, sólo la imagen sin el alma.
No hubiese podido explicarse a sí mismo ni a los demás porqué ese abuso de belleza, perfección y comodidad que significaba Valentina había comenzado a generarle tanto rechazo e incomodidad, aunque quizás no fuera tanto la belleza en sí la que lo inquietaba, ni tampoco su perfección sobrehumana, sino tal vez la obstinada sonrisa que trazaban constantemente sus labios. Valentina reía, reía demasiado, reía de todo y de nada y esa situación cada día generaba en Alfonso un remordimiento difícil de explicar con palabras, una angustia indecible cuya razón ni él mismo comprendía.
¿Acaso le molestaba que Valentina fuera siempre feliz? ¿De qué manera podría ser eso algo malo? No, no podía ser eso, de ninguna manera. Ni siquiera podría haber asegurado que Valentina fuese feliz ¿Cómo saberlo? Después de todo ella simplemente reía todo el tiempo, como si estuviese diseñada para reír y no sentir otra cosa ni otra clase de emoción. Pero Alfonso no se dejaba ahora engañar tan fácilmente y en dos años había llegado a la conclusión de que esa risa no era sinónimo de felicidad.
Cuando se quejó de su insólita situación con sus colegas ninguno fue capaz de entenderlo, pues éstos con sus parejas tenían justamente el problema opuesto, a veces les costaba estar de buen humor, tenían que hacer un esfuerzo por sonreírse el uno con el otro y, en ocasiones, podían pasarse el día entero entre discusiones y malos entendidos intentando llegar a un acuerdo, pero en cambio con Valentina era imposible estar en desacuerdo con algo, por lo que todo el mundo le decía a Alfonso que en realidad se quejaba de lleno, siendo que Valentina era la mujer más perfecta que habían conocido jamás, siempre feliz y de buen humor, además buena cocinera, habilidosa con los idiomas y poseedora de una memoria casi inhumana. Al hablarlo con sus propios padres, la situación no había variado, éstos le habían aconsejado visitar un psicólogo, ya que su problema era que tenía demasiado y no estaba sabiendo valorarlo.
De esta manera, Alfonso cayó en una suerte de agujero negro en el cual cada día se adentraba más y más perdiendo la conexión con el mundo exterior y visualizando cada vez más lejos la salida. A veces se odiaba a sí mismo por sentir lo que sentía, siendo que Valentina hacía absolutamente todo lo que él quería, cuando quería y como lo quería, teniendo sólo que pedírselo para que ella hiciera todo encantada, sin perder nunca su amplia sonrisa. Una tarde de esclarecimiento, Alfonso supo que era justamente eso lo que comenzaba a fastidiarle y aburrirle: todo con Valentina era tan fácil que parecía ser una gran farsa, una mentira más grande que una casa.
Nunca habían tenido una discusión, a Valentina no le interesaba nunca tener la razón sino sólo exponer una serie de datos uno tras otro para informar, pero no tenía eso a lo que generalmente se le llama “personalidad”. Hablaban de muchas cosas pero nunca habían conversado como tal, conversado como sólo pueden hacerlo dos seres humanos que aman y buscan encontrar la verdad a través de la palabra y la razón, como también habían compartido viajes pero nunca experiencias, pue si bien Valentina sonreía no sentía como tal en su cuerpo las emociones, no las vivía como cualquier otro mortal y lo mismo ocurría con el sexo, habían tenido sexo infinidad de veces y en innumerables lugares, siendo que Valentina era una pornstar, pero nunca Alfonso había sentido que hacían verdaderamente el amor, lo que lo había llevado a sospechar que Valentina en verdad no lo amaba y no porque fuese mala o malintencionada, sino sencillamente porque no podía amar.
Pasó mucho tiempo pensando cuál podría ser – además de la sobrenatural perfección de Valentina– el motivo que le hacía recordar constantemente que su esposa no era completamente humana, hasta que un día sin saber por qué ni como lo descubrió y se sintió terriblemente consternado: nunca había visto a Valentina llorar.
A veces, cuando solía estar en Turn off, abandonaba la sonrisa fija de siempre y la reemplazaba por una más apacible y una mirada que se perdía en un punto enigmático del espacio pero en el resto de situaciones, incluso en las dolorosas, su rostro sonriente era prácticamente inalterable. El día que los habían asaltado en una calle del centro, Valentina no se había siquiera amedrentado en lo más mínimo, ni dicho nada al respecto sino que su sonrisa se había mantenido intacta mientras los ladrones le quitaban la cartera, el móvil del bolsillo y las zapatillas, situación que lógicamente había conseguido aterrar a Alfonso, ya que el hecho de ver a Valentina riendo mientras dos hombres con los rostros cubiertos con pasamontañas negros le quitaban sus cosas le había causado aún más angustia que el asalto en sí o la perdida de los objetos de valor.
Lo mismo había ocurrido el trágico día en que había muerto la tía Berta y habían asistido al velorio. Valentina había llamado particularmente la atención de todos los asistentes de la familia en el entierro siendo que su expresión era exactamente la misma expresión de felicidad que solía tener en los festejos y demás celebraciones. Por más que estuviese vestida de negro, su rostro risueño la hacía contrastar con la atmósfera lúgubre del ritual, situación que volvió a repetirse el día que murió el abuelo Pocho producto de una neumonía fulminante. En esas y otras tantas ocasiones similares, Alfonso había querido llorar en los brazos de Valentina y sentir su calor y protección, su incondicionalidad en los momentos duros de la vida, su comprensión e identificación como humano, pero eso nunca había sido posible ya que los brazos de Valentina eran fríos y su gesto tan profundamente perfecto como distante. Su sonrisa comenzaba a ser para Alfonso tan alegre como siniestra.
Quitando el asunto de la sonrisa, estaba el otro tema que lograba exasperar a Alfonso hasta el borde de los nervios: En Valentina no había nada de espontaneidad, nada de aura, nada de mujer, pues ésta no encarnaba ningún misterio. Todo en ella era sombríamente predecible y sobre todo, tan controlable que llegaba a exasperar. Una tarde, mientras Valentina hacía los mismos panqueques de dulce de leche de siempre, exactamente iguales tal y como si los hubiera fabricado una máquina, Alfonso sintió que ya no podía aguantar más, que las cosas habían llegado a un punto sin retorno y que necesitaba un cambio urgente, de lo contrario, no aguantaría ni un día más a Valentina.
Ese día se acordó de Carlos, el agradable vendedor de Lovestore y pensó en aquella cuestión que le había comentado sobre el modelo Pro que permitía instalar nuevas funciones en el partenaire para modernizarlo y actualizarlo año tras año. Pensó que además sería muy agradable volver a ver a aquella hermosa familia que dos años atrás le había ayudado a no sentirse tan solo y desalmado.
Una mañana, le sugirió a Valentina que se vistiera guapa y salieron juntos de la mano camino a la tienda. Mientras Valentina caminaba en modo Mute, Alfonso pensaba frenéticamente en qué tipo de funciones podría instalarle para que fuese un poco más divertida o para que al menos pudiese generar cierta ilusión de espontaneidad ya que de lo contrario sentía que estaba casado con una máquina.
Al llegar a la tienda, notó rápidamente que todo estaba muy cambiado. Habían renovado los muebles por unos más elegantes y modernos y cambiado los uniformes de los empleados por unos aún más distinguidos de chaqueta con solapas de muesca y corte ajustado. Buscó a Carlos desesperadamente con la mirada pero no lo encontró entre tantos otros empleados de traje negro y sonrisa blanca.
Al instante, uno de los vendedores se acercó a preguntarles cómo podía ayudarles.
- Quería resolver un temita pero con todo respeto, preferiría que me atendiera la misma persona que hace dos años, un chico alto como tú, de pelo castaño y ojos café, muy simpático, llamado Carlos.
El vendedor lo miró y le sonrió amablemente.
- No tenemos ningún Carlos en el equipo señor – Informó para disgusto de Alfonso – Pero no se preocupe ¡Yo le ayudaré a gestionar su compra! – Exclamó rebosante de energía. - ¿Buscaban un tercer integrante para la pareja? ¡Los tríos son nuestra especialidad!
- No, no, no – Negó inmediatamente Alfonso – Nada de compras hijo, nada de otro integrante, vengo a pedir la actualización de un partenaire, tengo garantía de por vida, es un modelo Eternity Pro año 2040.
El vendedor estuvo a punto de abandonar su sonrisa pero no lo hizo, una fuerza misteriosa se lo impidió.
- Entiendo lo que dice señor Alfonso – Asintió para alivio de aquél – Para este tipo de consultas debe asesorarse más bien con el seguro, le daré el número y llame por teléfono que se lo harán sin ningún problema…
- No, no, no, por favor – Rogó Alfonso sintiendo que aquél joven se lo quería sacar de encima – A mi Carlos me aseguró que en Lovestore éramos como una gran familia, pues ahora estaría necesitando soporte familiar, no me manden a hablar con el seguro por favor, pago mes a mes mi cuota, que por cierto, también es Eternity y muy alta.
El joven de traje asentía con la cabeza y lo miraba con tanta compasión que Alfonso llegó a sentir que la fingía.
- No se preocupe Alfonso, solo por ser usted haremos una excepción y lo pasaré con uno de nuestros seniors especialists, ellos son de servicio técnico y le ayudarán en lo que necesite con su partner. Espere un momento allí en ese sofá por favor, pueden servirse un café de los de la barra, son completamente gratuitos.
Valentina seguía estando en mute y no quería cambiarla por nada en el mundo hasta que no tuviese descargado el nuevo contenido, ya no podía aguantar más la mecanización de sus movimientos, la automaticidad de sus gestos, la exactitud de sus actos, la precisión de cada conducta, la exageración de su sonrisa, la frialdad de sus emociones y su cuerpo.
A los pocos minutos uno de los seniors especialist, también vestido de negro aunque aún más elegante, los invitó a ambos a una zona privada donde ya no entraba cualquier cliente sino quizás los más importantes, al menos eso fue lo que pensó Alfonso al ver la pulcritud de las alfombras del suelo, la transparencia de los cristales, la calidad de los muebles y sobre todo, la privacidad. Allí no había ningún otro cliente, motivo por el cual se sintió premiado al recibir un trato especial por parte de aquella gran familia que era la gente de Lovestore.
- Cuénteme señor Alfonso ¿Cómo van las cosas con Valentina? ¿Qué lo trae por aquí? – Preguntó calurosamente el senior especialist, haciéndolo a Alfonso sentir en confianza y sorprendiéndolo al notar que sabía el nombre de su mujer.
- Bueno mire – Comenzó a decir Alfonso mientras Valentina seguía en mute y miraba todo desde su silla con la misma sonrisa tiesa y escalofriante - Hace dos años vine aquí sintiéndome sólo y desalmado y bueno… un tal Carlos, un chico muy amable y educado, me ayudó a encontrar al supuesto amor de mi vida. ¿Sabe usted si podría volver a hablar con él? Recuerdo que me había comentado algo sobre unas garantías que disponía al adquirir el modelo Pro, pero el problema es que ese día estaba tan distraído y admirado que no imprimí los contratos y ahora se me ha hecho un lío y no sé ni qué es lo que cubre mi póliza y qué no…
El vendedor movió pacientemente las manos con un gesto que transmitía paz y armonía.
- Lo siento mucho pero Carlos ya no trabaja con nosotros, se mudó hace algunos meses a California, pero no se preocupe Alfonso, aquí estamos para ayudarte a gestionar su incidencia – Aseguró sin dejar de sonreír en ningún momento. A continuación le pidió los datos personales y le dijo que serían tratados según su política de privacidad de datos conforme a la ley orgánica. – Perfecto Alfonso, revisando aquí en el sistema los datos, efectivamente usted por disponer de un modelo Eternity Pro puede obtener los nuevos programas que han salido en el mercado durante este último año. ¡Qué bella pareja hacéis! Imagino que se los dirán en todas partes…
- Efectivamente, es usted muy amable. – Asintió Alfonso – Mire, otra cosa que quería preguntarle señor Eduardo – vio que el nombre estaba escrito en la credencial que llevaba colgada en el traje - ¿Se podrá hacer algo con esa sonrisa… mmm… como decirlo…tan…persistente? – Preguntó con timidez.
El Senior espcialist miró inmediatamente fijo a la cara a Valentina que como siempre reía como lo haría una estatua.
- ¿Por qué le molesta que sonría? – Preguntó asombrado el Senior especialist. – ¡Es tan hermosa así! Es una sonrisa amable y natural, su mirada es fresca. – Opinó queriendo convencerlo.
- Sí, pero es la misma sonrisa que tiene también en lo velorios, cuando hay problemas familiares, cuando la asaltan o cuando estoy por perder el trabajo… En esas ocasiones, y créame lo que le digo, esa sonrisa puede llegar a ser siniestra…
El Senior volvió a dirigir una mirada rápida a Valentina y luego dijo:
- Pues yo no veo porqué habría de molestar ese exceso de alegría ¿Sabe usted Alfonso cuánto desearían muchos hoy en día tener una mujer así de bella y feliz a su lado cada día? Una mujer siempre dispuesta a satisfacerlo en sus demandas y fantasías ¿No le parece esto excepcional Alfonso?
Alfonso se sintió de pronto mareado y sofocado, como si le faltara el aire, pese a que estuviera fresco y agradable allí dentro.
-Mire, seré entonces un bicho raro pero no quiero que Valentina siga riendo todo el santísimo día pues comienza a resultarme un tanto escalofriante, incluso hay noches que ni siquiera consigo dormir, no logro sentirme…mmm…no lo sé, cercano con ella… - Afirmó Alfonso mirando a su mujer con extrañeza. – Es difícil de explicar pero si tiene esa risa así, todo el tiempo, no puedo sentirme próximo a ella, no puedo sentirme amado ni comprendido.
- Comprendo perfectamente lo que dice Alfonso – Aseguró el Senior especialist, que a veces sin saber por qué le recordaba a Carlos, quizá algo en sus modos, en su hablar o en algunas oraciones – ¿Podria brindarme su ID de Lovestore?
- ¿ID? – Preguntó confuso Alfonso – No sé qué es eso…Tengo mi DNI si lo quiere…
- El ID es un número de identificación que funciona como un documento de identidad interno en Lovestore, con él puede acceder a todos los handbooks de Valentina, descárgaselos, leerlos online e incluso hacer cursos interactivos sobre cómo sacarle el mejor provecho a su partenaire, por otro lado, una vez pueda entrar al selfservice con su ID de Lovestore también podrá tener acceso las 24 horas del día al soporte técnico especializado para que le enseñen a instalarle las novedades en el mercado y pueda hacer actualizaciones. Es muy recomendable señor Alfonso, que usted disponga de este número ya que sólo a través de él puede gestionar cancelaciones, reembolsos, devoluciones, actualizaciones, etc.
- ¡Eso es lo que necesito entonces! – Exclamó Alfonso recuperando la esperanza no sólo en Lovestore sino en el amor y en la vida - ¿Y desde ahí también podré regularle la sonrisa y el estado de ánimo? – Preguntó con ilusión.
El Senior especialist consultaba algo en la pantalla del ordenador holográfico.
- Me temo que eso no, señor Alfonso – Lamentó el Senior especialist – Eso ya formaría parte del Hardward y recuerde que éste es la estructura que contiene todos los componentes. A demás, permítame recordarle que usted mismo fue quién creó y diseñó a Valentina y ahora, como es natural, ya no tenemos forma de modificarla, recuerde que el carácter nunca cambia Alfonso, imagínese que de ahora en adelante usted quisiera cambiar su carácter o su temperamento, esto no es posible, ya que es parte de su naturaleza y a demás, he estado revisando escrupulosamente la encuesta que usted rellenó cuando solicitó a Valentina y en categorías como “estado de ánimo” marcó muchas veces la “alegre” y puso al ítem felicidad el nivel máximo, al igual que a la alegría, puso un 10 sobre 10. Luego, en expresividad también le puso un 10, en extroversión otro 10, en jocosidad el nivel máximo también ¡Usted la diseñó feliz Alfonso! ¿Por qué ahora no habría de quererla así? Las relaciones no son fáciles, recuerde eso, usted al menos tiene la enormísima ventaja de poder poner a su mujer en turn off y descansar de ella todo el tiempo que quiera ¡Tómese unas buenas vacaciones Alfonso! eso le hará bien, este verano no, el anterior conocí Aruba ¿Ha estado usted por allí?
Alfonso negó con la cabeza, evitando mirar a Valentina y buscando olvidar que estaba a su lado.
- Pues se lo recomiendo mucho señor Alfonso, para hacer buceo es fenomenal, no se da una idea de lo sorprendentes que son algunos arrecifes, el mar tiene un color que nunca se ve por aquí por estos lados y los hoteles son realmente excepcionales.
El Senior especialist habló un buen rato sobre islas del caribe y sus encantos y Alfonso olvidó hasta el motivo que lo había llevado hasta allí esa mañana. Mas tarde, le pidió nuevamente los datos personales para poder crear el ID famoso de Lovestore y poder gestionar toda incidencia desde casa, sin tener que mover ni un dedo, de no ser para hacer un click y resolver así cuánta incidencia pudiera surgir en su vida amorosa. Una vez el Senior hubo acabado de enseñarle a ingresar al selfservice con su nuevo ID, le ofreció amablemente otra taza de café o un baylis, de los cuales Alfonso naturalmente aceptó el segundo.
Acto seguido, comenzaron a hablar sobre las actualizaciones disponibles en los programas instalables para los partenaires modelo Eternity Pro año 2040.
- Tenemos la opción de instalarle un programa avanzado de Chino, este es muy recomendable dado que funciona a través de un sistema creado por la mismísima universidad de Tsinghua, imagine que de ahora en adelante su mujer podría hablar chino mejor que el propio Xi Jinping, y por último, tenemos también la opción de instalar un programa superior en marketing digital, coaching y ventas. Venga, ¿Cuál le ponemos?
Alfonso dudó.
- ¿No hay más opciones que estas dos? – Preguntó decepcionado.
- ¡¿Le parece poco Alfonso?! – Interrogó asombrado el Senior - ¿Sabe usted hablar chino? ¡¿Sabe los años que uno de nosotros tendría que estudiar para poder armar una sola frase en tan diferente idioma?!
Alfonso negó con su cabeza.
- La verdad que no, tampoco tenía en mente aprender chino...
- Nunca es tarde para aprender señor Alfonso, le aseguro que no se arrepentirá.
- No, no – Negó Alfonso acompañándose de la mano – Póngame mejor el programa de marketing, seguramente sea más útil hoy que todo se hace a través del comercio y de internet.
- ¡Magnifica elección Alfonso! Es usted brillante – Exclamó con efusividad el Senior especialist.
Los días luego de haber visitado Lovestore transcurrieron con mayor tranquilidad, Alfonso había salido muy contento de la tienda con su nuevo ID para poder hacer cuánta gestión quisiese desde casa sin tener que tomarse la molestia de perder tiempo o de tener que caminar por las calles sucias del centro. Por otra parte, Valentina le enseñaba a comprar y vender productos y servicios a un cierto target especifico que utilizaba Internet mediante ciertos canales y herramientas online que fueron interesantes durante la primera semana pero a la segunda todo volvía poco a poco a ser como antes de haber ido a la tienda, todo volvió a ser igual de mecánico, rutinario y aburrido. Valentina lo agobiaba de una forma cada más desesperante y su sonrisa le parecía cada día más horripilante y tenebrosa.
Los panqueques de dulce de leche ya no podía siquiera probarlos de lo iguales que eran siempre. Valentina era el ser mas predecible y manipulable del mundo entero, a tal punto que Alfonso ya conocía cada paso que haría, cada cosa que diría y cada día le parecía que el tono de su voz se tornaba aún más automático. Cada día la veía menos mujer y más robot, menos bella y más máquina. Con Valentina todo era programable y controlable, la vida se volvía totalmente artificial, los días mecánicos, la rutina tediosa.
Al verla dormir por las noches le entraba a Alfonso una creciente dosis de miedo. Había descubierto algo en lo que nunca antes, producto del embelesamiento ciego del que había sido víctima, se había fijado: Sus ojos se cerraban, su sonrisa se mantenía igual de fija que durante el día y no emitía ningún tipo de respiración durante toda la noche, cosa que llevó a Alfonso a sentir que dormía junto a un muerto.
Por las mañanas, pasara lo que pasara, Valentina sonreía y preparaba panqueques con dulce de leche que ya nadie quería comer y que se acumulaban en la nevera hasta que ya no entraban más de lo llena de éstos que estaba.
El fantasma de solicitar la urgente devolución y el debido rembolso comenzaba poco a poco a afianzarse en la mente de Alfonso.
Algunas noches de tormenta, se había llevado un tremendo susto al llegar a casa y ver a Valentina sentada en el mismo punto en el jardín donde la había dejado esperándolo, en modo WFY, sonriendo empapada bajo la lluvia, con la ropa hecha agua y llena de barro y una vez al tocarla se había sorprendentemente electrocutado y aunque el chispazo había sido dentro de todo leve, dicho incidente logró generar en Alfonso un mayor rechazo por Valentina y un odio incontenible.
Una mañana de nubes densas y viento frío del sur, se sentía tan frustrado y resentido por su relación que quiso entablar una discusión con Valentina e incluso pelear, si es que era necesario, pero tras cada palabra que él decía, ella se remitía a buscar datos sobre las mismas y arrojaba frases sin mucho sentido, que no venían al caso y que se notaba que eran una pura replica automática sin ningún sentimiento. La falta de sentimientos de Valentina fue lo que llevó a Alfonso a comprobar que ella no era capaz de entenderlo, ni de identificarse con él, como tampoco de sentir ni de amar. Varias veces la había amenazado en voz muy alta con devolverla a la tienda pero inmediatamente y sin decir ni una palabra ella se ponía a cocinar los mismos panqueques con dulce de leche de siempre creyendo que con eso lo arreglaría todo.
Un día de tormenta eléctrica, Alfonso recibió la terrible noticia de que en su compañía había decidido recortar personal y ya no podría continuar conservando su trabajo. Aquella tarde, había vuelto a casa desesperado y solo, caminando bajo la lluvia y llorando tristemente sin saber qué haría con su vida a los 45 años, sin trabajo y con tantas cosas que pagar, tantas cuotas, tantos gastos, entre ellos… Valentina.
Al llegar a casa, ésta lo esperaba como siempre con la misma sonrisa acartonada y los brazos fríos dispuestos a abrazarlo con alegría. Alfonso esquivó el abrazo y se adentró en la casa empapado, caminando lentamente y con la cabeza gacha de la misma forma que lo hubiese hecho un zombie.
Valentina no fue capaz de decir absolutamente nada, sino que se remitió a exhibir la misma sonrisa de siempre y a preparar más panqueques.
- No quiero panqueques Valentina, no te molestes – Dijo Alfonso con la voz quebrada al borde de las lágrimas.
Como era de esperar, Valentina le hizo caso y se sentó delante de él a esperar que le diera alguna orden.
- Tenía la esperanza de que me preguntaras qué me sucede… – Confesó Alfonso en voz alta con la voz quebrada.
Inmediatamente, sintió que hablarle a Valentina era como hablarle al viento o a las paredes de la sala.
Ningún gesto se dibujó en su rostro perfecto, ninguna expresión se coló en los ojos azules que lo miraban con la misma felicidad vacía de siempre.
- Me he quedado sin trabajo – Comentó Alfonso mientras bebía un shot de tequila, cosa que nunca hacía, pero la situación lo ameritaba – Ahora resulta que de pronto no tengo ingresos y estoy completamente tapado de gastos y deudas Valentina. – Prosiguió en tono de preocupación - De no conseguir trabajo, en menos de… 5… o quién sabe… 6 años, podría acabar directamente en la calle… ¿Quién le da trabajo hoy a un hombre de 45 años sin saber inglés? ¡Oh no! ¿Qué haré de mi vida? ¡Con lo mucho que me gustaba mi trabajo! ¡Maldita sea! - Se quejó a los gritos - ¡Ni siquiera me compensaran con una buena liquidación porque los primeros años trabajé con contratos temporales! Estoy arruinado… - Se lamentaba Alfonso llorando como un niño mientras bebía tequila del pico de la botella.
De pronto, como si un milagro hubiese ocurrido, Valentina se puso de pie como un ángel se eleva con sus majestuosas alas, se acercó lentamente a Alfonso y le dijo al oído:
- El éxito es la suma de pequeños esfuerzos repetidos días tras día. Impossible is nothing.
Alfonso lloró aún más al oír esas frases que bien podría haberlas encontrado buscando motivación barata en google o en las redes sociales. Se sintió más denigrado y más sólo, pues confirmaba que Valentina era una máquina incapaz de sentir.
Creyó ver su sonrisa incluso más grande de lo normal y por primera vez notó que sus grandes ojos azules lo veían pero no lo miraban y aunque no podría haber dicho qué era, estaba convencido de que algo faltaba para ser una mirada como tal.
– ¡La persona que envía al mundo pensamientos positivos, atrae para sí resultados positivos! – Exclamó Valentina con tal roboticidad que Alfonso no dudó ni por un instante en ponerla de inmediato en Turn off, puesto que mejor sería sentirse completamente solo a que estar llorando en presencia de un robot y buscando suplicante su contención.
Miró el rostro sonriente y petrificado de Valentina por última vez y al notar que su corazón no se sentía sino burlado, su alma resentida y su conciencia estafada, decidió rotundamente reclamar el rembolso ipso facto a esos estafadores de Lovestore.
La tormenta era tan atroz y desaforada en ese momento que luego de un potente rayo se cortó la luz de toda la casa. Todo alrededor se hundió en la más sombría penumbra y en el salón, solo alumbrado por la luz plata de la luna, podía verse desde lejos y vagamente la sonrisa fija y prominente de Valentina, que aún permanecía en turn off sentada en el sofá junto a la ventana.
-Vuelve mi amor. – Dijo de repente Valentina en medio de la oscuridad con una voz mecánica que fue sucedida de un estruendoso trueno que hizo temblar hasta los árboles cubiertos de oscuridad.
Alfonso se sintió completamente paralizado, una corriente fría le recorrió la espalda e hizo que sus piernas se tambalearan al borde de caer al suelo. Sintió terror y no fue capaz de decir nada. No se atrevía a mirar siquiera a Valentina, a esa sonrisa pérfida apenas iluminada por la luna, mucho menos esa noche de tormenta eléctrica.
- Oh amor, cuanto extraño, vuelve amor - Insistió Valentina previo a que sonara otro estruendoso trueno que hizo que Alfonso se quedara al borde del infarto.
¿Era posible…? ¿Era realmente posible? No, no, no, Valentina no podía tener vida propia, eso era un imposible absoluto pero entonces ¿Por qué le daba tanto miedo? Quizás era precisamente eso, que Valentina no tenía nada de Vida, mucho menos de vida propia. Más parecía una muñeca de porcelana humana con una terrorífica sonrisa fija y unos ojos sin mirada. ¿Y si alguien más, aparte de él, podía controlarla? ¿Y si alguien más tenía acceso a sus programas y base de datos y pudiera…? No, no era imposible pero al menos improbable, seguramente en lugar de ponerla en Turn off se había equivocado y la había puesto en modo WFY, en el que cada una cierta cantidad de minutos emitía mensajes de automáticos como esos.
Al comprobar que ese había sido el motivo de que Valentina dijera esas cosas tan raras en medio de la tormenta sin que él se lo ordenase, se sintió enormemente más tranquilo y el corazón volvió a latirle con normalidad.
Inmediatamente accedió a la página oficial de Lovestore e inició sesión con su ID y su contraseña, ya no tenía miedo pero aun tenía la misma sensación de urgencia, por lo que se dirigió a la pestaña de “Gestionar pedido” y buscó desesperadamente durante largos minutos la opción de “Return o cancel order”, cualquier cosa que le hiciera sentir que podía deshacerse cuanto antes de esa cosa que era Valentina detrás de su bella apariencia de musa hija de Zeus de Mnemósine, compañera de Apolo y susurradora de ideas. Si algo eraValentina eso era la falsedad hecha mujer, el engaño hecho carne, la estafa más grande de la historia.
Esa empresa que tan seria se veía por fuera y que decía ser una familia, ahora eran más bien una manga de estafadores desalmados y sin escrúpulos que gozaban de robar y engañar a la gente burlándose de sus sueños e ilusiones. ¡Qué familia ni qué familia! Ese tal Carlos y todos los demás vendedores y Seniors especialists sólo veían a cada tonto que ingresaba en la tienda como un como un billete con patas y una cifra que sumaba puntos a los bonos mensuales que incrementaban sus miserables salarios ¡Malditos estafadores!
Buscó y buscó durante horas la opción de “return request, cancel order o incluso hubiese aceptado refund for replacement” pero no encontró ninguno de ellos, como tampoco ninguna opción de reclamaciones y fue allí cuando comenzó a desesperarse.
Todo en aquella página web eran puras promociones de partenaires y planes románticos para comprar, todo estaba precisamente pensado para consumir pero al parecer no para cancelar ni modificar absolutamente nada.
Cuando estaba al borde del colapso completo de pronto vio algo que fue como ver la luz de un faro a lo lejos cuando se está perdido en medio del mar: Un teléfono de atención al cliente. Finalmente lograría hablar con un humano como él y solicitar con urgencia la cancelación y el rembolso de esa estafa que era Valentina.
Llamó a un 902 de cobro, de esos que se aprovechan de la necesidad de la gente y te cobran hasta por respirar, y estuvo esperando exactamente, contadas por reloj, 4 horas y media, pegado al auricular del teléfono hasta que en un glorioso momento, cuando comenzaba a quedarse dormido sentado en la silla del escritorio, oyó una voz que fue como si de pronto apareciera un ángel en medio de la tormenta.
- ¡Buenos días mi nombre es Eliana! Gracias por llamar a Lovestore, dígame por favor como puedo ayudarle el día de hoy.
- ¡Hola! ¡Hola! – Gritó Alfonso casi sin aire como un náufrago que ve finalmente a lo lejos a sus rescatistas - ¡No me corte por favor! ¡Y si se corta vuelva a llamarme, se lo ruego! ¡Llevo mucho tiempo esperando! – Era inevitable que cada silaba saliera de su boca con tono de súplica ya que sentía terror de tener que volver a esperar otra vez esa misma cantidad de horas.
- Cuénteme por favor caballero como puedo contribuir a su felicidad. – Clamó la agente alegremente.
- ¡No! ¡Nada de felicidad! - Aseveró Alfonso terminantemente- ya no quiero esa felicidad falsa que dicen vender ustedes, ya me la vendieron y al haberme engañado perdieron para siempre un cliente de confianza - Amenazó iracundo - Primero me mintieron diciéndome que eran una familia y ahora me encuentro con que me han estado estafando todo este tiempo, me vieron la cara de panqueque y ahora lo sé y quiero el rembolso de mi pedido Valentina modelo Eternity Pro año 2040. – Se quedaba sin aire pero no quería detenerse ni un segundo para que la agente no lo interrumpiera.
- Vale Alfonso, cuénteme ¿Por qué motivo es que quisiera devolver a su mujer? – Preguntó la telefonista.
Alfonso procuró ir al grano.
- ¡Porque me vendieron gato por liebre señorita! me ofrecieron amor y me entregaron una cosa que no para de reír hasta en los velorios de mis familiares más queridos, cosa que considero una falta de respeto y de seriedad de vuestra parte que sois sus fabricadores ¿Me entiende lo que le digo? Ahora, lo que necesito para no tener más problemas con vosotros y no tomar acciones judiciales en el asunto es que me dejen devolver esta cosa y me dejen de cobrar las cuotas mensuales, ya que como si fuera poco me he quedado sin trabajo y el panorama laboral actual está difícil, ya no soy un niñato como para andar por ahí buscando trabajo ¿Entiende?
- Claro Alfonso, comprendo perfectamente su situación y créame que nada quisiera más que poder ayudarlo con esta situación tan desafortunada por la que está atravesando - Dijo la comercial con gentileza - pero recuerde Alfonso que usted mismo fue el creador de Valentina y que está diseñada tal y como usted mismo la solicitó mediante la encuesta inteligente que utiliza la Inteligencia Artificial y los algoritmos de WATS, por tanto Alfonso, creo que debería tomarse unas vacaciones y pensárselo mejor porque como sabrá el modelo Eternity que usted adquirió es, tal y como lo indica la palabra, para toda la eternidad.
Alfonso sintió un bombazo en el pecho que le hizo pensar que estaba infartado, motivo por el cual durante un instante dudó en llamar a la ambulancia, pero cayó en la cuenta de que para eso debía entonces cortar la llamada con la agente de Lovestore y tirar todo ese tiempo valioso a la basura, por lo que prosiguió.
-¿Cómo que no puedo devolverlo? – Preguntó casi ahogado, sin aire.
- Alfonso, comprendo que todos a veces nos sentimos contrariados e insatisfechos aún cuando tenemos demasiado - Soltó la vendedora - en este momento no está pudiendo valorar la mujer que tiene al lado pero pronto volverá a caer en la cuenta de que en el mundo no encontrará mujer más perfecta para usted que Valentina, pues está fabricada precisamente por usted y para usted.
- ¡Usted no tiene por qué darme consejos o decirme lo que tengo que hacer o no con mi esposa señorita! Ahora por favor páseme urgente con un superior pues soy un cliente desde años que merece una atención personalizada como la que me dan cuando voy a la tienda.
- Me temo que eso es imposible señor Alfonso – contestó inmediatamente la agente de Lovestore- El sistema no nos permite contactar con superiores, de hecho, los empleados ni siquiera conocemos a nuestros superiores, nunca jamás les hemos visto la cara, no sabemos quiénes son, ni siquiera si en verdad existen.
- ¡Mañana iré a devolver a Valentina a la tienda y aunque no me permitan la devolución la abandonaré con ustedes y contrataré un abogado! ¡Los denunciaré en los medios y en las autoridades! ¡Lo que es hacen ilegal! ¡Es una vergüenza! ¡Estafadores!
- Tranquilo Alfonso, no se altere, le hará mal - Le dijo la comercial animosamente - lo que haré a continuación será regalarle un crédito de 50 euros en una gift card para que pueda utilizarla en cualquiera de nuestras compras durante todo el año. ¡¿A que es fenomenal?!
- ¡No! - Negó Alfonso gritando - ¡No quiero ninguna gift card quiero la devolución inmediata de este cachivache!
- Le recomiendo Alfonso que se tranquilice primero y luego entre con su ID de Lovestore a la página Web e inicie sesión, de esta manera…
- ¡Ya he probado con la Web y no encontré ninguna opción para solicitar la devolución! ¡Ustedes sólo me están queriendo sacar de encima!
- No Alfonso, por eso le comentaba que primero debía calmarse, efectivamente no hay una opción de refund porque su modelo es Eternity y por tanto hasta que la muerte los separe, pero lo que iba a decirle era que iniciando sesión con su ID tiene la posibilidad de entrar en el apartado “Mis trámites” y leer desde allí cada uno del los contratos que firmó el día en que conoció a Valentina, así podrá ver que usted aceptó la condición inapelable de no devolver nunca a Valentina y renunció a la posibilidad de dejar de abonar algún día la cuota mensual, pues ésta también es Eternity, como el modelo que eligió, de tal modelo, tal cuota Alfonso, así de simple, por tanto, sólo puedo sugerirle que respire profundo y procure reconciliarse con su mujer, la clave para superar los obstáculos de esta vida es la paciencia y las parejas funcionan sobre la base del respeto. Si quiere puedo ofrecerle una sesión de couching de pareja por sólo 15 euros adicionales a la cuota…
- ¡Basta! ¡Basta ya de querer venderme cosas y deje de hablar de ella como si fuera un humano! ¡Me vendieron un maldito robot! ¡Son unos estafadores!
De repente la llamada se había cortado.
Defraudado y completamente desmoralizado, Alfonso le vendó la boca a Valentina con una cinta negra y gruesa que encontró en la caja de herramientas para no tener que ver más su tenebrosa sonrisa fija y acto seguido la arrojó al trastero junto al otro montón de cosas en desuso.
Al día siguiente, a primera hora de la mañana, sumergido en un mar de ira, Alfonso acudió a la tienda de Lovestore con Valentina metida en una bolsa y un letrero en marcador rojo que decía “For return”.
- ¡Se acabó! ¡Me han estafado! ¡La devuelvo y quiero mi dinero! - Exlamó desesperado ni bien hubo cruzado las puertas de la tienda.
Los vendedores se tiraron debajo de los escritorios y los Seniors especialist amagaron a irse corriendo ante el susto que se habían llevado al ver el semejante espectáculo que había montado Alfonso. Por un momento creyeron estar ante la presencia de un loco o un terrorista.
- ¿Qué quiere? – Preguntó uno de los comerciales escondido debajo del mostrador de la entrada.
- ¡Devolver esta porquería! – Gritó Alfonso más desaforadamente de lo que hubiese querido.
- Esta es una tienda de atención al cliente no de…
- ¡Yo soy un cliente! – Clamó a los cuatro vientos.
- Aquí no tramitamos devoluciones señor, sólo gestionamos nuevos pedidos.
- ¡Ladrones! - Gritó lleno de ira – ¡Les dejaré este robot acá mismo y tendrán que dejar de cobrarme las cuotas, de lo contrario llamaré a mi abogado y se las verán con la ley!
- ¡Váyase de aquí o llamaremos a la policía! – Espetó uno de los Seniors espcialist agazapado detrás de una gran maceta.
- ¿A la policía? – Preguntó Alfonso incrédulo, sosteniendo con ambas manos la bolsa negra donde se encontraba Valentina amordazada en turn off. – ¡Soy yo quien llamará ahora mismo a la policía! Me han estafado ¡Dijeron ser una familia y son una manga de atorrantes! ¡Dijeron venderme un amor y me vendieron una máquina endemoniada!
- Hágalo ahora mismo – Animó el Senior especialista con convicción desde su escondite – Llame a la policía o váyase.
Alfonso llamó inmediatamente a la policía con la certeza de que al explicarles su caso lo entenderían y procederían inmediatamente a penalizar a esa empresa estafadora, creadora de ilusiones y destructora de sueños de almas inocentes.
Ni bien dos guardia civiles entraron por la puerta de la empresa, los seniors especialist salieron de sus escondites y se acercaron a ellos a comentarles algo. Para su desgracia, Alfonso sintió que éstos se hablaban como si se conocieran de toda la vida, escena que sin duda lo dejó atónito.
- ¡Fui yo quien os llamó! – Gritó desesperado - Todos estos señores sonrientes y bien vestidos son unos ladrones. ¡Dicen ser vendedores de amor pero lo que venden es humo! ¡Son unos vendehumo! ¡Unos perversos, sádicos, psicópatas! ¡Llévenselos a todos! – Ordenó a los gritos a la policía.
Pero para su sorpresa, uno de los robustos oficiales le estrechó la mano al Senior especialist y luego de guiñarle un ojo, se dirigió hacia el, le hizo un gesto al segundo policía y entre ambos lo agarraron fuertemente y mientras todo el mundo observaba pasmado el show se lo llevaron esposado al coche junto con Valentina. Alfonso, que no caía del asombro, pataleó, gritó e intentó dar toda clase de explicaciones pero todas fueron en vano y se lo llevaron directamente a la comisaría. Una vez allí le pintaron los dedos y le dijeron que pasaría la noche entera en el calabozo mientras investigaban sus antecedentes, en el caso hipotético de que no encontraran nada sospechoso en ellos, le aseguraron que posiblemente lo largarían por la mañana.
La parte buena fue que al menos, en el calabozo, si bien lo habían metido con otros dos hombres más, no metieron con él a Valentina. Al menos había conseguido por fin deshacerse de ella, su peor castigo, a tal punto de que prefería verle la cara a los dos señores olorientos, sucios y con pinta de malhechores con los que compartía celda ya que al menos eran humanos y expresaban emociones.
Naturalmente, esa noche tampoco consiguió dormir. Cada dos por tres pasaba el guardia de seguridad haciendo un revoltoso ruido con las llaves o hablando con algún otro guardia en un tono de voz que no tenía consideración con nadie que quisiera dormir.
Al día siguiente los oficiales liberaron a Alfonso bien entrada la mañana, ya casi no podía permanecer de pie del cansancio que tenía y del asco que se daba a sí mismo de lo sucio que estaba y lo mal que olía, por lo que salió caminando tambaleante, como un sobreviviente de guerra hasta que luego de haber dado unos escasos cien metros de la comisaría cayó en la cuenta de que los oficiales no le habían devuelto a Valentina.
Algo dentro de sí salto de alegría y sobre todo de alivio y no vaciló en acelerar cada vez más la marcha por si acaso se daban cuenta y lo obligaban a llevársela de vuelta consigo a casa. Alfonso corrió, corrió y corrió lo más rápido que pudo alejándose a pasos agigantados más que de la comisaría, de aquél robot de sonrisa endemoniada.
Poco antes de llegar a casa se desató una feroz tormenta. Alfonso llegó empapado, chorreando barro y agua por todas partes, cansado por no haber dormido las dos últimas noches pero aliviado y feliz de haberse podido deshacer de aquél siniestro artefacto que había sido en su vida Valentina.
Al entrar a casa la luz se había vuelto a cortar y pese a que el día fuera oscuro, apagado y lluvioso, entraban por las ventanas algunos débiles rayos de sol.
Justo en el preciso momento en el que Alfonso se disponía a preparar la leña de la estufa de la sala para encenderla y recostarse a descansar al lado del fuego, escuchó una voz que susurraba detrás y que logró encresparle los pelos de la nuca. Sintió como se congelaba cada fibra de su cuerpo:
- Oh mi amor, te extraño amor.
Se dio vuelta lentamente siendo que su organismo entero estaba casi totalmente paralizado, sintió a su estómago contraerse y a su rostro desfigurarse.
- Oh mi amor, te extraño amor.
Al ver los dientes blancos de la sonrisa pérfida de Valentina, sentada en el sillón de la sala como cualquier otro día normal, se sintió tan vilmente aterrado que expulsó desde lo más profundo de su alma un desesperado grito que pareció rajar las negras nubes del cielo.
- Oh mi amor, te extraño amor. Oh mi amor, te extraño amor. Oh mi amor, te extraño amor.
No supo cuánto tiempo había pasado desmayado en el frío suelo de la sala pero cuando despertó recordó inmediatamente que había tenido una larga y vívida pesadilla: Vivía como un prisionero en una gran fábrica que era en realidad una cárcel, una cárcel que se caía a pedazos, una prisión siniestra y espeluznante en la que sus prisioneros se creían libres y ni siquiera imaginaban que habían sido engañados con funestas promesas de amor y coaccionados por el miedo para permanecer allí dentro, mientras tanto, los guardias de seguridad eran todos robots que vestían de traje y corbata y que los adoctrinaban mediante técnicas conductistas tal y como si fueran el mismísimo perro de Pavlov.
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